Repentinamente mis ojos dejan escapar unas lágrimas. Cargado de sentimientos me emociono. Pienso en ella... pienso en ellos... y mi respiración cambia su ritmo. Imágenes, sonidos, recuerdos del pasado y no tan pasado vivido. Ahora confirmo lo bueno del cambio de camino. De no haber elegido lo que pocos han de elegir, quizás hoy no los hubiera conocido. Estoy feliz, como nunca antes me había sentido. Siempre sentí que algo faltaba, pero ustedes se encargan de llenar cada espacio vacío. Sigo llorando y trato de recordar cuándo fue la última vez que lloré de alegría... pero me doy cuenta que ésta, ésta es la primera vez. Ésta es la primera vez que lloro alegría... y LOS lloro. Los lloro a ustedes... AMIGOS. Y ahora son amigoS, amigos que con mis dedos no puedo contar. Amigos que sin prejuicios, o habiéndolos dejado de lado, me dieron la oportunidad de compartir aquellos momentos inolvidables y también esos momentos que rápidamente querían olvidar. Ustedes que hacen que me sienta bien y nada necesite ocultar. Ustedes que en menos de un año y medio me conocen mejor que quienes compartieron casi 15 años conmigo. Ustedes, que hicieron desaparecer aquel tipo que parecía hecho para vivir sólo en soledad. Hoy los necesito a cada uno de ustedes y todavía no puedo creer que mis lágrimas sigan aflorando desde lo más profundo de mi ser. No recuerdo haber llorado lágrimas tan cargadas de sentimiento como lo están el día de hoy.
Gracias por dejarme ser quién soy y quererme por eso. Gracias por ser parte de mi vida. Gracias por dejarme sentir amigo.
Hoy amanecí distinto
Hoy amanecí distinto (Publicada el sábado 30 de julio de 2005)
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)

No hay comentarios:
Publicar un comentario