Rumbo a Madrid

Rumbo a Madrid (Publicada el sábado 30 de julio de 2005)

Y el día finalmente llegó. Las valijas todavía sin hacer, las ventanas entreabiertas, yo al teléfono hablando contigo. Ahora, luego de siete horas y media de vuelo, levanto la persiana y admiro la noche. La Luna llena se gana casi toda mi atención en un cielo despoblado. Recuerdos recientes rondan en mi cabeza. Recuedo en pensamientos nuestra despedida. El avión en silencio me invita a escribir. Y qué otra forma de titular este texto sino "Rumbo a Madrid". Otra película esta por comenzar, pero es más que obvio que no la voy a mirar. No en este momento... sumido en recuerdos y sensaciones... rodeado de almohadas... quiero acercar nuestros corazones. En este mismo instante has de estar cenando, divirtiéndote, con un paisaje completamente distinto. Pensarás en mi ? Miro por la ventana nuevamente. Abajo, las nubes forman un colchón que no me deja divisar el suelo, haciendo más imposible que pueda verte... pero claro, de todas maneras estas a miles de kilómetros y mi vista no es tan buena. Por suerte mi memoria sí lo es, y aquí te hace presente. El asiento contiguo esta vacío, nadie lo ocupa... que bueno hubiera sido que eso que anoche fue una fantasía, hoy pudiera ser realidad y tener tu cabeza junto a mi pecho... acariciándote mientras duermes... no me cansaría de solo escucharte respirar. Sé que es poco el tiempo que hemos compartido, pero no son pocas las cosas que hemos vivido, así como tampoco son pocas las cosas que he sentido... y siento. Llegaremos a buen puerto ? Podremos cambiar el destino ? y digo cambiarlo porque un mes atrás, ninguno de los dos podría haber creído que algo así nos estaría pasando. Una beba rompe en llanto. Su madre intenta calmarla y rápidamente el silencio vuelve a hacerse presente. Restan pocas horas de vuelo. Luego de descender, tendré que preocuparme de encontrar la forma de ir hasta Málaga. Daría una vuelta por Madrid, pero la carga del equipaje resultaría incómoda de llevar. Quiero comprar una cámara para poder mostrarte cada amanecer, cada atardecer, cada estrella, cada flor, cada lugar por el que voy. Que locura cuando dudé por unos instantes... pensar que hubiera renunciado a esto por tu pedido, pero a la vez, de haber podido, te hubiera traído conmigo. Fuera de mí. Al lado mío... y verías con tus propios ojos todo esto que te digo. También verías al infaltable asistente de vuelo afeminado. Solo que en esta oportunidad, no es cubano. Ya no sé qué contarte. Otra hora de vuelo ha pasado y te encuentras más lejos. Hace poco leí que para que te acerques debo alejarme... serán suficientes diez mil ochenta y nueve kilómetros ? Me siento aliviado y libre porque sabes lo que me pasa... sabes que es mucho lo que te quiero... conoces de mi paciencia y perseverancia, mi poesía y romanticismo... habrás empezado a quererme ? Yo creo que si. A mi regresar pensaremos una solución para cada traba que nos separe. Si es necesario, haré magia y transformaré en amigos a quienes resulten enemigos en mi lucha por tu amor. Cuántas cosas nos dijimos... cuántas cosas sentimos... qué dificil fue despedirnos. Tan dificil que no puedo darle fin a lo que escribo. Son tantas las cosas que todavía tengo para decirte... que ni todo un viaje a Madrid alcanza. Quince días nos separan... un millón doscientos noventa y seis mil eternos segundos. Me esperarás al regresar ? Sentirás mi ausencia ? Seré el objeto de tus pensamientos al menos por unos instantes ? Ya tendremos tiempo para que me lo cuentes... Acá dejo de escribir. Una alarma indica el cambio de hora, y voy a aprovecharla para despedirme... pero no es un adiós... es hasta luego.

No hay comentarios: