Hoy volví a soñar contigo. Soñé que a pesar de todo estabas conmigo. Varias cosas que anhelo estaban presentes en esa película dirigida por mi inconsciente. Fue uno de esos sueños que no dicen tanto... pero significan mucho. Allí nos encontrábamos, recostados, mirando quién sabe qué... comportándome como niño comencé a acariciar tu brazo y me diste la mano. Con mi cabeza sobre tu hombro, dulces besos desparrame en tu mejilla, hasta que por un momento, quizás con algunas dudas, giraste tu rostro hacia el mío y nuestros labios se unieron delicadamente saboreándose. Luego de unos instantes volvía a estar admirando tus ojos... esos ojos que me cautivaron la primera vez que los vi. Tenías esa sonrisa que tan linda te queda y la felicidad en mi interior no tenía comparación. Me pedías tranquilidad y paciencia. Y cómo iba a negarme a ser parte de esa vida que quiero compartir siendo protagonista? Basto otra de tus miradas y un dulce beso formalizo el pacto. Pero fue un sueño... y tal vez, como otros tantos sueños que tuve, nunca se vuelva realidad. Aunque no lo sé. Ojalá pueda vencerme y realizarlo. Al menos se que de vez en cuando me visitaras mientras duermo y seré feliz... hasta despertar.
(08-02-07)
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