Instantánea



Oscura noche de tormenta, camino sólo en una ciudad desierta. Pienso, medito, no puedo creer lo que he vivido. Diferentes percepciones de una misma realidad, vuelvo a recurrir al engaño en este juego del solitario. Arrastro los pies, cuelgan mis brazos... a caso no ves lo que has causado? Libre como el viento, luminoso como un rayo, se opaca tu luz al ver tal despiadado acto. Detienes el tiempo, profundizas mi espanto, fue tan fácil quererte como esconderme tras un barco. Poco delicado de tu parte no mantenerte distante o hacerte a un lado. De pie en el medio de la pista, no tuve peor suerte que dirigir hacia allí mi vista. Encerrado, acorralado, sin saber cómo reaccionar ni ocultar mi enfado, corro velozmente hasta el sanitario. Agua fría sobre mi rostro, sangre hirviendo bajo mis cachetes ruborizados. Salgo ardiendo, patino sobre el barro. Los dolores se mezclan, sufrimiento justificado... Hacia dónde ir ahora que te has marchado? Camino lento, camino pesado, sé que te has ido, no puedo evitarlo. Lloro, doy vueltas en la cama, escribo sonriente como si nunca hubiera pasado. Recuerdo el pasado, no entiendo el presente, difícil forma de enfrentar el día siguiente. Sin amor me he quedado, todos mis amigos te has llevado. Ya no sé cómo seguir, ya no tengo ganas de vivir. Dramatizo la escena, no duermo, no como, salteo desayuno, almuerzo, merienda y cena. Deambulo por el departamento cual zombie recién salido de su tumba. Te veo aquí, te veo allá. Todavía puedo oler tu perfume en mis sábanas. Estoy solo, ni mi propia sombra me acompaña, me acerco a la ventana, respiro y el vidrio se empaña. Tantas horas al teléfono la noche previa a viajar a España. Traerte los chocolates que tanto te gustaban... Que los compartas con otros recostada sin la almohada. Verte sonreír, inmortalizar el momento con una foto instantánea. Con cuánta velocidad se destruye todo lo que tanto esfuerzo y tiempo llevó edificar. Y pensar que en un principio nadie te quería escuchar. Hoy soy yo quién esta solo. Hoy soy yo quién siente el abandono. Ha pasado mucho tiempo pero aún te lloro. Camino lento, me deterioro, me desarmo, caigo al suelo y no me levanto. Toco el suelo, se me cae el cielo, quedo aplastado como un pobre insecto bajo tu zapato. Lágrimas de nubes negras inundan tu pecado. Agua bajo el puente que habíamos cruzado. Oscura noche de tormenta, camino sólo en una ciudad desierta. Ya nadie ha quedado. A nadie me has dejado. Diferentes percepciones de una misma realidad. Albergo esperanzas para que no me vuelva a pasar. Aquella foto instantánea quedó en cenizas y con ella se quemaron todas mis sonrisas. La felicidad se opaca y mi corazón se hace trizas.

(28-04-2008)

No hay comentarios: