Mar de Lágrimas

Miradas intermitentes apuntan al horizonte. Tus ojos color miel reflejan el sol que asoma tras el océano. Me miras. Te miro. La fresca brisa hace que tus rubios cabellos dancen al ritmo del vuelo de las gaviotas que festejan el comienzo de un nuevo día. Te abrazo como quién se aferra a la vida en momentos críticos. Te abrigo, te protejo, queriéndo hacerte sentir que nada debe preocuparte. Una lágrima cristalina desciende lentamente por tu rostro. Estas sufriendo y tu dolor es evidente. Tomas mis manos y las cierras aún más, recostando tu cabeza sobre ellas mientras dejas escapar un profundo sollozo. Me duele verte así. La impotencia que la situación despierta en mí, no me ofrece alternativas para cambiar tu llanto por sonrisas. Me limito a acariarte y darte pequeños besos dulces para alivianar tu carga en silencio.
Poco a poco recobras el ritmo de tu respirar a medida que te calmas. Das media vuelta y te hundes en mi pecho. Levantas la vista al mismo tiempo que tus labios se posan sobre los míos. Las olas explotan con violencia al enfrentarse con la escollera salpicando nuestros cuerpos. Cómo hacer para curar tu herida? Cómo secar el mar de lágrimas que derramaste? Tan solo me limito a acariciarte y darte un pequeño beso dulce por cada gota que transita tus mejillas, para que olvides el amargo momento que acongoja.

(07-11-2007)

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