La dulce espera de haberte esperado tanto por fin ha terminado. Hoy puedo saborear el gusto de tus labios. Hubiera querido encontrarlos antes. El destino no lo quiso así pero no bajé los brazos. Tantas etapas compartimos. Tanto tiempo las distancias separaron nuestros cuerpos que siempre quisieron estar cerca, juntos... Tantas veces estuvimos a punto de mirarnos a los ojos. Tantas veces nuestras voces nos fueron esquivas. Tantos pensamientos cálidos pasaron por nuestras cabezas hasta convertirse en fríos recuerdos de porcelana que hoy volvemos a entibiar.
Tres años han pasado desde aquella primera vez que iniciamos una conversación. Un deseo idílico que fue transformándose en este amor platónico que hoy deja el mundo de las fantasías para convertirse en realidad. Tantas veces quise llamarte. Tantas veces soñé con encontrarte. Tantas veces estuviste lejos. Tantas veces te sentí distante. Tantas veces traté de demostrarte que seguía aquí, esperándote. Siempre quise curar tus heridas, sanar tus dolores, robarte un manojo de sonrisas y verte crecer día a día. Siempre me mantuve cerca para cuando decidieras abrir los ojos para verme. Siempre estuve cuando me necesitaste. Siempre fuiste especial. Siempre lo supiste. Tantas veces lo dije. Tantas veces lo repetí. Llevas el nombre de lo que quiero perder a tu lado, Soledad. Tantas veces me preocupé por vos. Tantas veces lloré por no tenerte. Las paredes de mi habitación, las persianas de la ventana, la radio que todavía suena, las sábanas de mi cama... cualquiera de ellas puede contarte que es verdad lo que digo. Tantas veces les dije cuánto te quería. Tantas veces me escucharon decir que seguiría esperándote. Tantas veces me abrazaron cuando tus brazos no se cerraron a mi alrededor. Tantas veces me dieron su abrigo cuando la lluvia mojaba mi cuerpo que divagaba triste las calles de esta ciudad que me vió esperarte hasta el día de hoy. Tantas veces te escribí cartas. Tantas veces compuse canciones para regalarte. Tantas veces fuiste mi musa inspiradora cuando las palabras desaparecían del diccionario. Tantas veces me sentí vencido. Tantas veces me sentí olvidado. Tantas veces sufrí la falta de tu cariño, por eso hoy lo disfruto tanto. Tantas veces estuve abajo. Tantas veces caí debajo. Tantas veces besé otros labios. Tantas veces vi un puente. Tantas veces me aferré a la vida por la mera ilusión de que algun día llegaría este día que hoy llegó y me hace sentir tan bien.
Tres años tuvieron que pasar desde aquella primera vez que iniciamos una conversación para que la dulce espera de haberte esperado tanto por fin haya terminado. Hoy huelo tu perdume mientras pruebo tus labios. Hoy acaricio tu cabello mientras te recuestas en mis brazos. Tanto miedo siento de perderte que hoy te hago un encargo. Ten cuidado con mi corazón que te quiere tanto. Cuídalo y quierelo como el siempre lo ha esperado. Acaricia mi alma que hoy volvió a mi cuerpo para estar a tu lado y procura estar atenta para vivir este amor como nunca antes te había tocado.
(06-11-2007)

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