Pasado entre montañas y aire puro, presente redeado de cemento en una ciudad que no duerme ni descansa. Cambie el viejo canto de las aves libres por el ruido de caños de escape rotos. La tranquilidad del pueblo por el vertigo de la city porteña. Libre de compromisos correteaba y jugueteaba noche y dia sin parar. Hoy los compromisos no me liberan y tengo que correr para llegar a tener un poco de aquella paz. Cambie una sana vida deportiva por la frialdad de la oficina. Abandone el verde cesped de mi casa para caminar sobre el piso flotande del departamento. Ya no cuento con mi casita del arbol ni mi cabaña de pelicula, ahora tengo en cambio un gimnasio compartido... Se terminaron las tardes de verano en la privacidad de mi pileta, con suerte si estos veranos me acerco timidamente a observar el panorama de la piscina del edificio. Ya no mas futbol en el jardin, ahora miro terrazas desde el balcon. Se terminaron los dias rodeado de amigos, en su lugar ocupo una parte de un grupo de circulos que me hacen un espacio para llenar el vacio que produce mi soledad. Agujeros que lleno cada vez que escapo de la rutina para encallar en brazos abiertos que me invitan a pasar. La sombra que antes dibuja arboles ahora tiene forma de torres o bien no tiene forma porque el sol no tiene una hendija para colarse y llegar hasta el asfalto. Los perros que antes veia pasearse a gusto y piacere, ahora caminan tristes, encadenados, con la cabeza gacha y arrastrando a un cuidador que eventualmente los visita. Las dos ruedas que tantos caminos me hicieron recorrer se desinflaron en tristeza porque no las hago rodar. Ya no veo estrellas fugaces ni constelaciones astrales sino un cielo negro y carente de brillo. Esta no es la vida que yo deseaba cuando pedia volver. Esas son las cosas que hoy recuerdo y extraño. Extraño no ser un extraño en cada lugar al que voy. Voy perdiendo mi esencia de a poco. Me mimetizo con un entorno insensible, me transformo en alguien que desconozco y nunca crei llegar a ser. Buenas y malas son las cosas que me tocan vivir. Mantengo algunos exitos, repito algunos fracasos. Me invade la melancolia cada vez que freno el mundo para respirar. Me hacen falta viejas costumbres que antes tenia y hoy anhelo. Soy participe de este cambio de rumbo que decidi tomar para mi vida. Mientras respiro me pregunto si hice bien al tomar este anden que hoy transito angustiado con mas penas que gloria. Respiro y sigo pensando. Pienso y sigo cayendo por un tobogan de emociones que no tiene fin. Escribo, continuo relatando mis sensaciones pasajeras de este tren que marcha sobre vias invisibles y no tiene destino final. Susceptible a un fuerte soplido que lo puede voltear. Aferrado a un yoyo magico como el que tenia en sus manos mi hermana cuando aprendio a caminar. Mi animo pende de un fino hilo que no se sabe cuanto tiempo mas podra soportar el peso de un desatino que aun no logro enfocar.
(08-06-2007)
(08-06-2007)

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